No crean en lo que aquí leen, pues este es un mundo de fábulas


Ivan
25 años
Bs. As., Argentina
Contacto: efimer0@hotmail.com

Nada es jamas lo que parece, no veo porque yo tendria que serlo...










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"... porque no hay una felicidad absoluta, pensaba. Apenas se nos da en fugaces y fragiles momentos. ... y porque todas nuestras esperanzas se convierten tarde o temprano en torpes realidades; porque todos somos frustrados de alguna manera, por ser la frustracion el inevitable destino de todo ser que ha nacido para morir; y porque todos estamos solos o terminamos solos algun dia..." E. Sabato.

"Es mejor permanecer en silencio y parecer un tonto, que abrir la boca y despejar toda duda" Groucho Marx.


"Un buen escritor expresa grandes cosas con pequeñas palabras; a la inversa del mal escritor, que dice cosas insignificantes con palabras grandiosas." E. Sabato

viernes, abril 08, 2005



LSD dream


Corría presurosamente por un campo plateado con pintitas fucsia, un asombrado caracol de unos 7 metros de alto, me miraba con su mirada cansina y no lograba entender el porque de mi apuro; yo tampoco lo entendía pero mis piernas no parecían tener la mas mínima intención de detenerse...
Casi llegando al lugar donde estaba ese árbol retorcido, con sus ramas que casi tocaban el piso, por el peso que ejercían sobre ellas los miles de relojes de arena que colgaban a modo de frutos, mis galopantes miembros parecieron acelerar aún más, al momento de pasar junto al árbol ladee mi cabeza y algo que quedo grabado en mi cabeza como una añeja foto sucedió, alcance a ver, en una centésima de segundo y fuera de foco, como quien mira a través de la ventanilla de un auto en movimiento, a un niño saludándome desde su montura, con una sola mano, pues con la otra se agarraba de las riendas azules del caballo; traté de frenar, tire mi espalda hacia atrás e intente agarrarme del pasto, mi cuerpo quedo en una posición inverosímil, pero no por esto mis piernas dejaron de moverse...





Mis piernas surcaron vastos ríos violeta, y alguno que otro de color amarillo, me transportaron a través de kilómetros de montañas de no mas de 2 metros, pero con subidas escarpadas como las del Everest mismo, la gente sonreía a mi paso y me daban aliento... ellos parecían saber cual era el motivo de mi alocada carrera, que yo aún desconocía, lentamente mis piernas fueron torneándose, y adquiriendo un mayor volumen, hasta que llegó el día en que me costaba moverlas de tan anchas que habían quedado...
Luego de recorrer miles de kilómetros, finalmente un día pararon, y todo por una vaca de unos 5 centímetros de alto, que mis piernas no se atrevieron a pisar...
Pare.
Estuve a punto de correr a la vaca del camino, pero cuando la levante apenas un poco del suelo, mis pies ya comenzaban a moverse nuevamente, entonces decidí caminar agachado durante un largo tramo, siempre sosteniendo a la vaca adelante mío, para que mis piernas no volvieran a correr...
Por último me comenzó a doler la cintura, y fue en ese instante en el que mis ojos se abrieron y vieron que estaba durmiendo en el asiento del auto, y que de allí provenía mi dolor de cintura, todo había sido un sueño... un sueño...
Y lo que finalizo por despertarme fue el reflejo del sol, contra las pequeñas riendas azules que colgaban del espejo retrovisor, del auto de mi pequeño amigo...




vorágine a las 5:03 p. m. 

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